Los colombianos podrían conseguir un mejor servicio y atención en los Consulados
“Se llama y no contestan – Tardan hasta 2 meses para dar una cita – Trabajan pocas horas – Atienden de mala gana – Tardan mucho para un trámite – Toca esperar mucho tiempo pa´que lo atiendan – Son muy costosos los trámites – EL Cónsul nunca está – Cónsul y funcionarios ineptos – El sitio no es cómodo – No hay ni donde sentarse – Muy pocos funcionarios para tanta gente – Mal horario para atender al público – No abren en días festivos locales ni en los colombianos – Algunos trabajadores son de otra nacionalidad y no se les entiende su idioma ni ellos entienden el nuestro – Funcionarios tomando tinto y comiendo en su sitio de trabajo al público, no ayudan en nada, etc.”
Estas tan solo son una parte de las muchas irregularidades que se presentan a diario en la gran mayoría de nuestros Consulados en el mundo, y que a pesar de los mecanismos de control establecidos por el Ministerio de Relaciones Exteriores, y reconociendo que el servicio y atención en las Sedes consulares a mejorado notablemente en los últimos 5 años especialmente, aún falta mucho por hacer; tanto de parte del Gobierno colombiano como de nuestros connacionales, principalmente aquellos que residen fuera de nuestras fronteras. Veamos:
1º. Sin lugar a dudas la primera falla es el mal nombramiento de Cónsules que no tienen ni idea de ese cargo. Y no es cuestión de que pertenezcan o no a la “Carrera diplomática”, sino que tengan ese sentimiento social que conlleva a ser un poco más humanos ante el dolor ajeno. De esos que aman lo que hacen, pues no olvidemos que “Quien no ama su trabajo, aunque trabaje será un desocupado”.
Existen casos en donde los Cónsules nombrados son, o han sido funcionarios internamente en Colombia, o han ocupado altos cargos, como por ejemplo Ministerios, pero como no han dado el resultado esperado allí, los envían al exterior a que sigan demostrando su ineptitud. “Lo que no sirva que no estorbe”. Prueba de esto es que durante los últimos 5 años una parte de esos funcionarios han sido destituidos por malos nombramientos, ineficacia en el cargo, y fallos judiciales, entre otros. En el caso de algunos que han renunciado dizque voluntariamente, ha sido debido a la presión ejercida por una muy mínima parte de la ciudadanía, e incluso de quienes los han nombrado en esos cargos.
(Cónsules retirados o destituidos por diferentes razones (2015 – 2020)
(Embajadores retirados o destituidos por diferentes razones (2015 – 2020)
Aunque sin generalizar, bien podría decirse que esos cargos de Cónsules y Embajadores se realizan únicamente para “pagar” favores políticos, o para el Gobierno de turno tener fielmente de su lado a ciertos Congresistas y/o Dirigentes políticos, como al parecer sucedió en el caso del Sr. Francisco Humberto Velez Bernal, padre del actual Representante a la Cámara por los colombianos en exterior Juan David Velez, y cuya historia, incluyendo algunos polémicos comportamientos del referido Francisco Humberto durante el tiempo que ocupó ese cargo, podrán conocer íntegramente en los siguientes link, a falta del capítulo donde describiremos su “destitución” o renuncia “voluntaria”, que ya muy pronto publicaremos:
- Nombrado en Consulado de España padre del Representante por los colombianos en el ext.
- Así se nombró en Consulado colombiano a padre de Congresista por colombianos en el ext. (2a. parte)
- Vírus en Consulados Colombianos en España y otros países
- Acoso sexual en Consulado colombiano
- Cónsul colombiano acusado por acoso sexual contraataca
2º. La segunda falla es la falta de vigilancia a nuestros Consulados por parte de entidades disciplinarias colombianas, incluyendo el nombramiento de los respectivos Cónsules, como bien lo debería hacer la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría General de la Nación. Pero eso se hace imposible cuando al Defensor y Procurador los nombran gracias a la intervención presidencial, al igual que sucede con los funcionarios diplomáticos y consulares. “Entre bomberos no nos pisamos las mangueras”.
3º. En cuanto a algunos malos servicios prestados, y su elevado costo, influye en gran manera el irrisorio presupuesto que se asigna a las Sedes consulares para su administración y operatividad, a pesar de que son BILLONES DE PESOS anuales los que se recaudan por concepto de la realización de trámites ante estos Organismos. Aunque en ocasiones no es por el poco presupuesto asignado, sino lo mal utilizado.
4º. Sumado a lo anterior tenemos la falta de patriotismo y valor de los ciudadanos para denunciar ante quien corresponda las irregularidades que se presentan en los Consulados, con las excusas de “para qué”, “si no sirve de nada”, “después ahí si es cierto que ni lo atienden a uno”, “No vale la pena”. O sencillamente luego de realizar el trámite se les olvida la amargura que han tenido que soportar para conseguirlo.
Seguramente existen más motivos, pero para esta Casa informativa los anteriores son como los principales, y por ello a continuación damos algunas sugerencias o propuestas para que desaparezcan:
a). Crear un Comité especial donde, entre otros, participen ciudadanos del común, principalmente aquellos que residen fuera del país, para reformar o modificar las normas mediante las cuales se hace el nombramiento de Cónsules y Embajadores, y se establecen sus funciones, las cuales describimos detalladamente en nuestro artículo del 12 de Noviembre de 2019, y visible aquí, donde se incluya:
- No obligatoriedad de contar con una carrera superior, o diplomática en el nombramiento de Cónsules, aunque se le debe dar prioridad a quienes la tengan. Sin embargo en uno u otro caso, se debe exigir preparación o experiencia en temas relacionados con “Servicio y atención al ciudadano”, “Relaciones humanas”, “Administración”, y demás concernientes al cargo que desempeñará.
- Tener amplia experiencia de la temática migratoria tanto colombiana como del país donde va a ejercer el cargo.
- Conocimiento pleno de las funciones de un Consulado o Embajada
- Equidad de género (50% mujeres, 50% hombres), pues para el año 2019, existían tan solo 17 Embajadas dirigidas por mujeres, mientras que en 38 de ellas eran hombres; e igualmente sucedía con los Consulados, donde 49 eran ocupados por mujeres, y 71 por hombres.
- No tener ningún parentesco de consanguinidad con funcionarios gubernamentales de Colombia, ni del país donde ejercerá el cargo.
- No tener ningún tipo de negocios en el país donde se desenvolverá como Cónsul o Embajador.
- Nombramiento como Cónsules de colombianos que lleven residiendo determinado tiempo en la ciudad o país del exterior donde se encuentre el Consulado.
- Entre otras
b). Que en las Dependencias “Colombianos en el exterior” de la Defensoría del Pueblo y Procuraduría General de la Nación, se cree un espacio para las quejas o denuncias de los ciudadanos respecto a las irregularidades que se presenten en Consulados y Embajadas, y que sean estas entidades las que investiguen tales situaciones, y no hagan como hasta ahora que las remiten a la Cancillería.
c). Asignación de un mayor presupuesto para el desarrollo de las actividades propias de los Consulados.
d). Que los ciudadanos dejen a un lado el temor a denunciar, y eleven ante la Cancillería colombiana, Defensoría del Pueblo y Procuraduría General de la Nación, las novedades que consideren afectan el buen desarrollo, atención y servicio en nuestros Consulados. Y lo más importante, hacerle seguimiento a esas denuncias.
Y en este punto, bien vendría el que los colombianos en el exterior pudieran conformar “Veedurías Ciudadanas” para, entre otras, ejercer vigilancia y control a nuestros Consulados, pero desafortunadamente al día de hoy no se pueden constituir, tal y como lo hemos venido denunciando desde hace varios años en “COLEXRET”, y cuyo último artículo sobre el particular publicamos el 01 de Diciembre de 2019, y visible aquí.
En “COLEXRET” estamos abiertos a recibir cualquier denuncia o información sobre este tema, y una vez comprobadas remitirlas a las autoridades respectivas, y difundirlas públicamente a través de nuestros espacios en las Redes sociales.
Si los colombianos residentes en el exterior se lo proponen, pueden conseguir que el servicio y la atención en los Consulados mejore, pues si dejamos a que lo haga únicamente el Estado colombiano, seguiremos igual o peor.
Es importante resaltar el incremento de cambios que para bien, en cuanto a atención y servicio de nuestros Consulados se han venido implementando en la dirección del Ministerio de Relaciones Exteriores desde mediados del año 2018; entre otras razones gracias a la inclusión de este tema en los Programas electorales del actual Presidente Iván Duque , y del Representante a la Cámara por los colombianos en el exterior Juan David Vélez (Ver aquí y aquí), pues si bien es cierto que la mayoría de esas gestiones vienen de anteriores administraciones, en la actualidad se han promulgado o socializado mucho más entre los ciudadanos, para que estos hagan uso de las herramientas creadas para ese fin, lo mismo que el conocimiento de las funciones y servicios de las Sedes consulares.
Asi mismo debemos resaltar el trabajo del Presidente Duque y del Congresista Velez, (aunque este último en un principio era reacio a ello), la eliminación del 50% del Impuesto de Timbre Nacional de los trámites que se realizan en los Consulados (Visible aquí), y que estamos convencidos (ojalá no nos equivoquemos), será eliminado por completo antes de finalizar en Colombia el actual Gobierno, pues al día de hoy cursa en el Congreso un Proyecto de Ley (Ver aquí), presentado por el Representante Vélez en esa dirección.
Que el servicio y atención en los Consulados ha mejorado no se puede poner en duda, pero hace falta mucho, pero mucho más; reiterando que si los ciudadanos, en especial quienes residen fuera de nuestras fronteras no se concientizan de que sus opiniones, sugerencias, quejas y denuncias pueden conducir a ese logro, el Estado colombiano no lo va a hacer por iniciativa propia; o sencillamente tardará siglos.
“Permitir una injusticia es abrir el camino a las que siguen” – Willy Brand –
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