Un cáncer más, un cáncer menos, qué más da?: Volveré a superar el reto
Es incontable el número de noticias y/o información investigada y conceptuada que se ha publicado en COLEXRET desde que la fundé hace ya casi 14 años. Por su contenido, muchas de ellas me han causado gran malestar, rabia, impotencia, y dolor transmitirlas, aparte de las broncas que me he ganado provenientes de funcionarios gubernamentales, y de unos pocos ciudadanos radicalizados en una posición o ideología política; pero qué le vamos a hacer, si esto es como la vida del payaso…”sonreír y hacer sonreír, así la tristeza se lo esté carcomiendo por dentro.”
El 98% de esa información publicada ha hecho referencia a la temática general relacionada con la Política Migratoria Colombiana, y en especial con los colombianos en el exterior y la población retornada; el restante 2%, lo he dedicado a hablar de mi. De acontecimientos relacionados con mi salud, pues considero que hace parte de la responsabilidad social que debo a mis lectores y seguidores. Ese 2% se completa con la noticia que les traigo en el presente.
Cuando tuve el primer cáncer.
Tal y como lo comuniqué en editorial visible aquí, el 14 de junio de 2017, cuando me fue diagnosticado cáncer gástrico y tuve que someterme a una “gastrectomía total”, o lo que es lo mismo, a “extracción total de mi estómago”, les decía en el titular que, “Hoy comienza…No se cuándo termine”, pues aunque en realidad la extracción de mi estómago daba por terminado el cáncer, el gran problema es que “cuando el cáncer de estómago no te mata, te deja agonizando”, pues las secuelas que deja no son nada fáciles de superar, e incluso algunas imposibles, como el caso de la desnutrición.
La desnutrición es la secuela más grave luego de un cáncer de estómago.
La desnutrición proveniente de un cáncer de estómago, a pesar de que científicamente se puede controlar, no deja de repercutir en otros órganos, pues las vitaminas, proteínas y demás que deben llegar a ellos, no son suficientes para sostenerlos en pleno y total funcionamiento o vitalidad, dado a que los alimentos no han tenido el proceso que se realiza en el estómago, para luego pasar al intestino que es de donde el organismo absorbe sus nutrientes.
Esa falta de nutrientes por obvias razones van debilitando ciertos órganos, hasta que llega el momento en que tampoco pueden ir a más, y debe intervenir nuevamente la ciencia.
Después del estómago, extracción de vesícula, y posteriormente problemas coronarios.
En mi caso, aparte de lo anterior, entre otras razones, mi vesícula tuvo que ser extraída hace algún tiempo, y hasta hace poco menos de uno año esos problemitas llegaron a mi corazón debido al taponamiento de mis arterias por colesterol, teniendo que proceder a la instalación de un stent de arteria coronaria (endoprótesis vascular), que es un pequeño tubo de malla de metal que se expande dentro de una arteria del corazón. Un stent a menudo se coloca durante o inmediatamente después de una angioplastia y ayuda a impedir que la arteria se cierre de nuevo, y hasta ahí llegue el paisano.
(Vean aquí: “10 años en pro de los colombianos en el exterior.”)
Fue tan delicado el asunto en esa ocasión, que llegué a revisión cierto día a las 4pm, y a las 10 de la noche me informaban que tenían que operarme de urgencia al otro día a las 10 de la mañana. Definitivamente seguían sin cupo en el infierno para mi.
Cuando en el 2017 fui operado de “cáncer gástrico”, uno de los presagios del galeno que me intervino fue que existía la posibilidad de que en el futuro pudiera padecer de un nuevo cáncer, bien de esófago o colon, pues a falta de estómago, estos dos órganos principalmente serían los más afectados dentro del sistema digestivo.
Los controles desde ese entonces han sido muy rigurosos, he cumplido a rajatabla con ellos, al igual que he sido muy juicioso con la toma de los medicamentos que debo consumir a diario, los que se han convertido junto con una buena alimentación, en el sostén de mi vida.
Podría aparecer un nuevo cáncer en el colon.
En el último TAC que me hicieron hace un par de meses me detectaron “pólipos” de un importante tamaño en el colon, por lo que los médicos ordenaron para la próxima semana, una “colonoscopia total” a fin de determinar si éstos son benignos, o por el contrario cancerígenos.
¿Qué es un pólipo en el colon?
Un pólipo en el colon es una pequeña acumulación de células que se forma en el revestimiento del colon. La mayoría de esos pólipos son inofensivos. Sin embargo, con el paso del tiempo y su tamaño, algunos se pueden transformar en cáncer.
Venía, y sigo preparándome física y psicológicamente para lo que venga luego de esa intervención, pues al fin y al cabo era previsible que sucediera debido mis antecedentes por el cáncer de estómago. Ya me lo había advertido la ciencia.
No esperaba un cáncer en sitio diferente.
Lo que jamás me esperaba, ni estaba preparado, era para afrontar un nuevo cáncer en otra parte de mi cuerpo, pero como también lo dice la ciencia, cuando un organismo es susceptible o está predispuesto a la célula cancerígena, es inevitable que aparezca cuantas veces se le de la gana.
Tengo cáncer en mi ojo derecho.
Luego de haber cambiado de gafas, el problema de mi vista continuó en el ojo derecho, por lo que al ir al oftalmólogo en el mes de diciembre de 2023, detectó en ese órgano dizque “Desprendimiento vítreo posterior de la retina”, por lo que se programó una cirugía de tumoración corneal OD, en la que se extrajo algo de lo intervenido y se envió a patología para ver qué tan benigno o maligno era el problemita.
Ayer, 16 de febrero me dan similar noticia a la que me dieron aquel 14 de junio de 2017, con la diferencia de que en el documento no dice exactamente cáncer, sino que lo disfrazan así:
La descripción microscópica dice:
- Epitelio escamoso con atipia leve, correspondiente a bajo grado, de las células de la capa basal, llegando a ocupar la atipia, hasta 2/3 del espesor total, observándose escaso pleomorfismo y presencia de disqueratinocitos.
- Epitelio conjuntival sin atipia sobre degeneración elastótica actínica del corión y escaso infiltrado inflamatorio crónico linfocitario subepitelial.
Con lo anterior, el diagnóstico exacto fue:
- Biopsia de ojo “derecho” remitido como epitelio- ORGANO: NEOPLASIA INTRAEPITELIAL ESCAMOSA DE BAJO GRADO.
- Biopsia de ojo “derecho” remitido como CONJUNTIVA: Epitelio conjuntival sin atipia sobre degeneración elastótica actínica del corión y escaso infiltrado inflamatorio crónico linfocitario subepitelial.
- BMC OD: zona con AIC temporal bien posicionado, cornea con defecto epitelial cerrado pero epitelio algo irregular, resto sin alteraciones.
En resumen, este cáncer lo determinan como “Neoplasia Escamosa de la Superficie Ocular (OSSN)”, o lo que es lo mismo, una lesión maligna no pigmentada muy frecuente que aparece en el epitelio conjuntival y corneal.
¿Qué es la neoplasia intraepitelial de córnea-conjuntiva?
Es uno de los tumores más frecuentes de la superficie ocular. Consiste en una proliferación celular anormal, clasificable dentro de los tumores malignos, pero que afortunadamente queda limitada en el epitelio, sin invasión de capas más profundas ni metástasis. -Ver más aquí.-
Según la ciencia, entre un millón, solo a una persona le puede producir metástasis, es decir, que se riegue por otras partes del cuerpo, por lo que el riesgo de todas formas existe, máxime si no se somete al tratamiento indicado para estos casos, que no es otra cosa que quimioterapia revuelta con no se qué más veneno, convertida en gotas.
Tratamiento contra la neoplasia intraepitelial de córnea-conjuntiva.
A partir del próximo martes, comienza para mi el tratamiento que con mucha probabilidad evitará que el mal continúe o progrese hasta llegar a perder el ojo por completo; o algo más grave, que el puto cáncer salga de donde está y se irradie por otros sitios, comenzando por el cerebro que es el más cercano, y ahí si ya tendrán que comenzar a preparar la fiesta “las diablas”, para mi recibimiento a ese sitio de diversión y lujuria, y muy calientito, llamado infierno. Suelo bromear con el cielo y el infierno pues honestamente no creo en ninguno de ellos.
Se me aplicarán 3 ciclos de 5FU (quimioterapia revuelta con otra m…da). Cada 6 horas diarias durante 1 semana y luego debo descansar 3 semanas para continuar con el siguiente, y así durante 3 meses.
Cada mes tengo revisión, y si al terminar los primeros 3 meses el mal no mejora, tendrán que aplicarme otro medicamento aún más fuerte, para luego, si el problema continúa, someterme a radioterapia. Por último, si la radioterapia tampoco funciona, seguiría la extracción del ojo, y en el peor de los casos la muerte por metástasis que haga el cáncer.
(Le podría interesar: “Carta de un inmigrante colombiano al Niño Dios.”)
¿Superaré este nuevo cáncer?
Por supuesto que si. “Ese h…p…ta no sabe con quién se metió”.
Superaré este cáncer y el que posiblemente aparezca en el colon luego de que terminen de hacerme los exámenes a que haya lugar, pues a pesar de que ese malparido gavillero, bobo y cobarde, no pudo solo acabarme hace 7 años, y ahora venga acompañado de sus sicarios, no me va a quedar grande.
Y voy a superar todos los que se me vengan encima, pues este cuerpecito, al que ya hace muchos años no se han comido las chicas, no voy a permitir que ahora se lo coma el puto cáncer. Así que, “anímense muchachas, y tranquilas que aún queda algo que funciona perfectamente en mi organismo.” Me refiero a la buena voluntad…¡mal pensadas.!
Los seres humanos no mueren cuando su cuerpo desaparece, sino cuando los olvidan.
Al igual que hace 7 años cuando se me diagnóstico el cáncer gástrico, COLEXRET seguirá en pie y firme. Continuaré con mis investigaciones, análisis, conceptos y publicaciones, salvo que la medicación a la que debo someterme lo impida, pues aunque el tratamiento inicial para el cáncer del ojo es en gotas, contiene quimio, y quimio es quimio, así sea de una u otra forma mezclada, y sin importar el órgano donde se deba aplicar.
Esta lucha no se acaba, incluso, así se acabe mi vida. “Las personas pasan, sus ideas quedan.”
El ser humano no muere cuando desaparece su cuerpo, sino cuando su nombre y vida terrenal desaparecen del recuerdo de los demás, principalmente de quienes lo quisieron; es decir, cuando lo olvidan. Por eso es que, así como hay mucho muerto vivo, también existe mucho vivo muerto.
Voy a superar todo esto, no les quepa la menor duda. Soy demasiado terco o cabezota para complacer a los pocos que desean mi muerte para poder descansar de mi.
De todas formas, si la ciencia llega a ser derrotada, no hay problema, me iré contento sin envidiar a los que se quedan vivos. Pues como dijera Vicente Fernández en su canción, aunque he vivido la vida “A mi manera”, he sido muy feliz.
Bajo cualquier circunstancia, prefiero un hasta pronto que un adiós.
Los amo y adoro mis muñecos preciosos (Mi Rey Fabian, Mi Reina Jessica y Mi Príncipe David), y por supuesto a ti, “Tesoro del abuelo”; pero Uds. ya pueden seguir luchando solitos, y si ponen en práctica lo que les enseñé, “Nunca rindan el animo, pues solo por medio de fatigas se logra la victoria”, llegarán a conseguir mucho más de lo conseguido por vuestro padre y abuelo.
A mis hermanos, sobrinos, primos, y demás familiares que he querido con el alma, espero volver a verlos antes de cualquier desenlace fatal, pero si no, recuerden nuestra infancia, nuestra niñez y adolescencia, y etapa de crecimiento, pues aunque humilde y pobremente, fuimos muy felices. No olviden esas reuniones o ratos llenos de bromas, risas, anécdotas, amistad y amor. Y espero seguir viviendo en sus corazones y pensamiento para no morir de verdad.
A Uds. mis amigos y conocidos, en especial a quienes me han acompañado en la causa COLEXRET, mil gracias por seguirme soportando, y sintiéndolo mucho, van a tener que seguirlo haciendo por algunos añitos más.
La clave para salir de este nuevo trance está en mi filosofía de vida:
“INSISTIR, PERSISTIR, RESISTIR, y NUNCA DESISTIR”, pues “No existen cosas imposibles sino seres incapaces.” Otra cosa es que haya llegado el momento de partir.
Aunque hay algo que si me preocupa, y es que, como desde hace 7 años dejé de sentir “maripositas en el estómago”, ahora posiblemente no podré volver a guiñar (picar) el “ojo derecho” a las muchachas. ¡Que piedra.!
Un fuerte abrazo para todos y a seguir luchando, pues aún respiramos.
Psdta.: “Por si las moscas, como las obras literarias se encarecen y son más difíciles de conseguir cuando sus autores fallecen, aprovechen y adquieran cuanto antes la mía, “Gestión Migratoria Inexistente – Colombianos Invisibles.”
Ricardo Marín Rodríguez
Fundador – Director “COLEXRET”
direcciongeneral@colexret.com
www.colexret.com
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