Las remesas, como lo plantea el Banco de la República en Colombia, “comprenden las transferencias realizadas por los emigrantes a su país de origen, ya sea en dinero o en especie”[1], es por esto por lo que constituyen una fuente importante de ingresos para las familias de nuestros connacionales que residen en el exterior. Las remesas han sido objeto de múltiples análisis, así como de propuestas para fomentar su uso productivo en los hogares colombianos.
Al enviar remesas se debe considerar que hay un costo asociado a la realización de dicha transacción, es decir que las entidades que funcionan como intermediarias hacen un cobro por trasladar el dinero de un país a otro y generalmente es quien envía el dinero quien debe asumir dicho cobro. La existencia de estos costos implica que parte de las ganancias de las personas migrantes en vez de ser recibidas por sus familias se va hacia el pago de estos costos financieros. Esta es la razón por la cual una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la meta 10c, busca reducir a menos del 3% los costos de transacciones de las remesas antes del año 2030[2].
Para el año 2022, El Banco Mundial indica que los costos de envío de remesas siguen siendo altos, el promedio de costo para el envío de 200 dólares estadounidenses es del 6% de dicho valor. El medio más costoso para enviar remesas son los bancos, con un costo promedio de envío del 11%, mientras que el medio más barato son las operaciones móviles o digitales que tienen un costo promedio del 3,5%.[3]
Sin duda alguna el uso de los medios digitales de transferencia resulta una oportunidad importante para los migrantes y sus familias ya que son menos las deducciones que se realizan. Sin embargo, y como el Banco Mundial lo indica, el uso de las transferencias digitales no es tan amplio en el envío de remesas a nivel global entre otras razones por el desconocimiento de esta alternativa, la imposibilidad de conectividad generalizada al internet de los migrantes y sus familias, la necesidad de contar con un documento valido de identidad en el país desde el que se envía el dinero, y por las fuertes regulaciones de las transferencias digitales para evitar el lavado de dinero[4].
Las billeteras digitales, son aplicaciones móviles que le permiten a las personas realizar operaciones financieras sin que sea necesario tener una cuenta bancaria[5]. En Colombia la disponibilidad y el uso de las billeteras digitales ha ido en aumento en los últimos años, el diario La República indica que el alcance de esta herramienta era del 30% para el año 2017, mientras que para el 2022 fue de un 80%[6]. Esta situación ha sido considerada como una buena práctica en materia de inclusión financiera en tanto que más personas pueden acceder a los servicios digitales en términos de pagos y recepción de dinero, pagos de servicios, acceso a créditos de emergencia, recepción de subsidios o transferencias monetarias condicionadas y envío de remesas[7]. Colombia FinTech informaba que para finales del año 2021 al menos 14 billeteras digitales estaban disponibles en el país[8].
Si a nivel nacional la disponibilidad de estos productos ha incidido en la inclusión financiera de la población, resulta pertinente considerar las posibilidades que ofrece para el envío y recepción de remesas desde y hacia Colombia.
Dentro de las opciones disponibles se encuentran Nequi, Daviplata y Global 66. En el caso de Nequi y Daviplata, las personas que realicen el envío deben buscar una de las agencias aliadas en otros países para hacer el depósito del dinero y pagar el costo de la comisión respectiva. En el caso de Global 66 la persona que envíe y quien reciba debe tener una cuenta con esta entidad y el proceso se realiza en línea y en la página web se indica el costo de la transacción a partir del monto enviado. La ventaja de estas tres aplicaciones reside en que la persona que recibe las remesas en Colombia puede disponer de este dinero en la cuenta que está asociada a su número celular o de teléfono móvil sin que sea necesario trasladarse a una oficina física de una entidad para retirarlo.
¿Cómo se puede seguir potenciando el uso de las billeteras digitales para el envío de remesas desde y hacia el país? Uno de los primeros aspectos para tener en cuenta es la necesidad de difundir información sobre la disponibilidad de estas herramientas, sería ideal contar con los datos de las diferentes opciones y los costos de transacción en un sitio web que fuera de consulta para nuestros connacionales en el exterior. En segunda medida resulta clave promover el uso de dispositivos móviles y el acceso a la conectividad a internet para los receptores de remesas en Colombia, considerando los diferentes sitios de la geografía nacional en los que se encuentren. En tercer lugar, es clave la promoción del acceso a educación financiera para las personas migrantes y sus familias, fomentando así la destinación de los recursos para gastos que orientados al bienestar a corto, mediano y largo plazo de las familias y de las personas migrantes.
Donna Catalina Cabrera Serrano
Antropóloga especializada en migraciones internacionales.
E-mail: donna.cabrera@gmail.com
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